Por qué la productividad es tan difícil y por qué la IA no la resuelve sola

Por qué la productividad es tan difícil y por qué la IA no la resuelve sola

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La productividad empresarial atraviesa una paradoja evidente en LATAM: más horas trabajadas, más herramientas digitales y más inversión tecnológica… pero menos resultados. La OCDE lo confirma: las economías que producen más no son las que trabajan más, sino las que operan con un sistema de trabajo disciplinado y optimizado.

En Affinitit, cuando analizamos organizaciones B2B, el patrón es repetitivo: equipos agotados, prioridades que cambian cada semana, exceso de reuniones y procesos que dependen de individuos, no de estructuras. Y ahora, con la adopción acelerada de IA generativa y agentes inteligentes, muchos líderes asumieron que la tecnología sustituiría disciplina, foco y claridad. La realidad es la opuesta: la IA hace visible el caos que ya existía.

 

La falsa promesa de la automatización total

La narrativa corporativa dominante afirma que “la IA hará todo”.

Pero en estrategia y productividad, esto no es cierto.

La IA acelera tareas, no reemplaza criterio.

  • Puede crear borradores, pero no define la dirección.

  • Genera opciones, pero no prioriza lo esencial.

Por eso, en proyectos de IA de Conexión Humana vemos un patrón consistente:

  • La IA amplifica lo que ya tiene el equipo.
  • Si hay caos, amplifica el caos.
  • Si hay sistemas sólidos, multiplica el impacto.

 

La productividad no nace del talento individual

Otro mito común: “si contratamos gente talentosa, seremos más productivos”.

Jim Collins lo planteó con claridad: las organizaciones excelentes no se construyen con superestrellas, sino con disciplina sistemática.

En consultorías de transformación comercial B2B, encontramos tres verdades incómodas:

  1. El talento sin dirección genera ruido, no resultados.

  2. Incluso personas altamente capaces fallan si el sistema operativo es débil.

  3. Los equipos no se coordinan solos: requieren estructura, estándares y rituales.

Aquí aparece una idea central en el trabajo de Affinitit:

 

La productividad no es un problema de personas, sino de arquitectura.

 

Los cuatro factores que sabotean la productividad hoy

1. Ambigüedad estratégica: Mucho esfuerzo, poca tracción. No existe un marco claro de prioridades.

2. Sobrecarga cognitiva: Demasiadas herramientas, reuniones y canales. La IA no reduce información: la multiplica si no existe gobierno.

3. Falta de estándares operativos: Cada área trabaja distinto. Sin un Sistema Operativo Comercial común, la IA se convierte en un accesorio, no en una palanca.

4. Ausencia de foco sostenible: No es un problema de motivación. Es un problema de ritmo y disciplina.

Collins lo resume bien: lo que lleva a una empresa de buena a excelente no es pasión, sino foco obstinado.

 

La productividad real ocurre cuando sistema + talento + IA trabajan juntos

La empresa moderna necesita un nuevo orden:

  • Talentos individuales que aportan criterio.

  • Un sistema operativo que orquesta y reduce fricción.

  • IA y agentes inteligentes que amplifican ejecución sin desbordar.

 

Por eso, la pregunta clave ya no es “¿cómo adopto IA?”, sino: ¿En qué sistema estoy instalando la IA?

 

Un Fractional CMO, un rediseño operativo o un proyecto de IA sin arquitectura creará más complejidad, no más productividad.

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